Mamá, es imposible dar a otros lo que no te das a ti misma.
Aún cuando estés en casa, con los niños corriendo a tu alrededor, tomate un tiempo para ti. Entendemos que es algo que puede resultar complicado cuando tienes mil cosas por hacer, pero ten en cuenta que lo único imposible es aquello que no se intenta.
Muchas veces cuando pensamos en "tiempo para mamá" solemos imaginarnos, quizás, en una tarde entera de spa o un día de películas y golosinas. Lo cierto es que aunque eso suene divino, en ocasiones no es posible por el poco tiempo que tenemos disponible.
Si se te complica encontrar el tiempo libre suficiente para relajarte y despejarte por completo, empieza con pequeños espacios de 10 o 15 minutos, y con el paso de los días ve ajustando tus rutinas y horarios hasta que el tiempo para mamá sea cotidiano de tu día a día.
Ahora bien, la gran pregunta es ¿Cómo conseguir esos primeros 10 o 15 minutos para ti?
Puedes empezar, dándoles a tus hijos algunas manualidades para que pasen el rato, así podrás tomarte ese periodo de tiempo para relajarte un poco, o incluso puedes aprovechar mientras tus hijos están en sus horas de sueño o escuela para darte ese esperado break.
Y si aún así se te complica conseguir esos ansiados minutos para ti, delega, pide ayuda a tu pareja o algún familiar de confianza para que cuide los niños mientras tú te despejas un rato.
Bien, ya tienes el tiempo disponible, ahora ¿Qué hacer en ese tiempo?
¿Quieres conseguir el cuerpo de tus sueños? Puedes lograrlo con hábitos saludables como lo son una rutina diaria de ejercicios, practicando yoga,pilates, caminando, teniendo sueño de calidad y sobre todo mucho esfuerzo y determinación.
¿Quieres una piel tersa, hermosa y saludable? Lógralo con una buena y sencilla rutina de cuidado facial, en la actualidad existen miles de cremas y tratamientos maravillosos para devolverle la juventud a tu piel.
¿Quieres alcanzar la plenitud emocional? Tomate ese tiempo a solas,enfócate en ti, respira profundo, haz consciencia de esos detalles tuyos que te gustaría mejorar, enfócate en esa mujer que quieres ser y trabajar por conseguir tu plenitud.
Ten presente que no solo eres madre, esposa, hermana, hija y amiga, también eres mujer, por lo tanto necesitas verte y sentirte plena con las emociones en tu cuerpo y tu reflejo en el espejo, pues no hay nada peor que sentir que piezas dentro de ti no encajan como debe ser.
No estás forzada a cambiar quien eres, no, al contrario, la auto-aceptación es una de las claves fundamentales para alcanzar tu mejor versión, pero si hay algo en ti que no te gusta y quieres cambiarlo ¿Qué te impide hacerlo?
En tus manos corre la fuerza para cambiar el mundo, y la mejor manera de hacerlo es empezar por ti.
Recuerda, cuidar de ti no es vanidad, es bienestar.
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